miércoles, 18 de noviembre de 2015

VALORACIÓN EXHAUSTIVA O COMPLEMENTARIA PARA LA CALIDAD DE VIDA



El término Calidad de Vida ha sido ampliamente utilizado en los últimos tiempos por especialistas de las más diversas disciplinas, como gerontólogos, filósofos, sociólogos, médicos, etc., con independencia a la ideología o posición político-filosófica que se represente.

No obstante, desde hace muchos años el hombre ya comenzó a preocuparse por factores materiales y medioambientales relacionados con el modo de vida; con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las personas y así su salud,… y centrando la atención en la causa natural de cada afección (1).

Para algunos autores, la categoría de Calidad de Vida tiene un carácter general y de esta se derivan las subcategorías como el nivel de vida, modo de vida y bienestar (2).


Es por eso que para la VALORACIÓN EXHAUSTIVA O COMPLEMENTARIA se toma en cuenta lo siguiente:


Es comprensible que, en la determinación de la calidad de vida de una sociedad concreta, intervengan elementos tanto del modo de vida como de las condiciones de vida, de forma muy interrelacionada; por lo que la calidad de vida de los grupos humanos que se establezcan dentro de una determinada sociedad, dependerá, fundamentalmente, de la relaciones que esos individuos tengan con los medios de producción, de su posición en cuanto grupo social, con respecto a esos medios de producción, a la organización del trabajo y a la cuantía y proporción que reciban de la riqueza social que se produzca en la sociedad a la que pertenecen, y de las condiciones de vida existentes en la sociedad.

No se debe olvidar, no obstante, que media en esta relación grupal o social, el carácter de individualidad de cada ser humano concreto, quien le imprime su sello propio mediante su estilo de vida, entendiéndose como el modo o forma de vida individual de cada hombre.

Es necesario comprender que, entre los determinantes de la calidad de vida existen otros factores sociales de importancia. Cabe señalar, a la cultura: las costumbres y tradiciones, los patrones de conducta social (positivos o negativos), las creencias y prejuicios y la forma en que la sociedad percibe los valores portadores de confort y bienestar, pueden enriquecer o por el contrario reducir el concepto de calidad de vida y pueden, a su vez, hacerlo diferente de un país a otro (3).

Por otra parte, el desarrollo alcanzado por la ciencia y la tecnología, el grado de participación social de los individuos, el acceso a la educación, la cultura y los servicios en general, las libertades y restricciones de que disfruta o es sometido ese hombre (o ambas), el grado de estrés generado por los mecanismos sociales y los factores medioambientales y de higiene social, también constituyen determinantes de la calidad de vida; por cuanto, en correspondencia se conforma la vida de los individuos con mayor o menor calidad.

Hay también, aspectos jurídicos y éticos relacionados con el fenómeno de la calidad de vida. Con frecuencia, en muchas sociedades se violan las leyes que plantean el derecho de todos los hombres a la educación, el trabajo y la salud, por citar solamente algunas esferas fundamentales de la vida y existencia del hombre, y estos son hechos que en definitiva quedan impunes; mientras son millones las personas, incluidos niños, ancianos y mujeres que viven en condiciones de máxima pobreza y también mínima calidad de vida.

En su aspecto más particular y concreto, la calidad de vida es la valoración que hace el sujeto de sus propias condiciones de vida (material y espiritual), por tanto, incluye un componente de evaluación de dichas condiciones y otro de percepción del bienestar.

Existen además, otros factores, como la vida afectiva, el apoyo social, la auto percepción del proceso salud-enfermedad y por último (aunque no menos importante), la personalidad, entendida como la instancia central de la regulación de esa vida, integrada a su vez por un conjunto de subsistemas que no constituyen en esta ocasión objetivo de análisis.

Se entiende y se ha dejado explícito pues, que la categoría calidad de vida tiene una estrecha relación con los fenómenos de la salud del hombre, además, que para su acertado análisis, debe realizarse este en el contexto económico social donde se desarrolla esa vida. La calidad de vida expresada en función de salud, contribuye al perfeccionamiento del diagnóstico y proceder terapéutico, así como, al establecimiento y la evaluación de diversos programas de salud.

Bibliografía
1. Apuntes sobre la calidad de vida: su carácter socioeconómico y su relación con la salud. Rev Cubana Invest Biomed 2005;24(1):72-6. Lic. Julia García Capote.
2. Quintero Danany G, González Pérez V. La calidad de vida en el ámbito socioeconómico y su relación con la salud en la tercera edad. La Habana: CITED. 1995.
3. Pérez Lovelle R. “La psiquis en la determinación de la salud”. Editorial Científico – Técnica.

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